3/9/14

Retrato de Chicas Cusqueñas






















No hace falta una gran cámara para conseguir un retrato en condiciones. Con una réflex medianamente decente y un objetivo que nos permita abrir el diafragma hasta valores de f1.8 (o menos a ser posible) podemos conseguir fotos magníficas con un estupendo y siempre agradable efecto bokeh.
Imaginemos que disponemos de una réflex con un sensor APS-C. Para el tipo de foto que queremos, nos interesa equipar la cámara con un objetivo de 50 mm f1.8, por ejemplo. Con ello conseguimos una distancia focal equivalente a 75 u 80 mm en paso universal, según el factor de multiplicación del modelo de cámara que utilicemos. Nos acercamos de este modo a los populares 85 mm para retratos de las cámaras de formato completo.
Para conseguir un bonito efecto bokeh en el fondo, solo tenemos que apuntar hacia nuestro sujeto y abrir el diafragma al máximo. Cuanto mayor sea la apertura, mayor será el desenfoque del fondo ya que reducimos la profundidad de campo. Hay que tener en cuenta, no obstante, que con el diafragma totalmente abierto y una profundidad de campo reducida a su mínima expresión ciertas partes del sujeto pueden quedar desenfocadas.

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